Hoy, como parte de la gran familia franciscana, hemos orado juntos para prepararnos para celebrar la fiesta de San Francisco de Asís. Nos hemos adentrado en ese momento tan importante en el que El Señor llama a Francisco por su nombre y le encomienda una misión: «Francisco, vete y repara mi casa». Él, que tanto había rezado y buscado descubrir la voluntad de Dios, respondió con generosidad ‘aquí estoy’ al sueño de Dios.
También nosotros podemos formar parte de esa cadena de Amigos de Dios que han buscado el sueño sobre ellos y se han lanzado a pisar fuerte y dejar huella siguiendo a Jesús. Nos hemos preguntado: ¿A dónde estás dispuesto a llegar? ¿Soy consciente de que el decir ‘aquí estoy’ es imprescindible para los demás?
Al final de la oración se nos ha propuesto decir expresa o interiormente: «El Señor te bendiga».
